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La Nueva Ola del pop español sube la marea musical

Hay muchas razones por las que escuchamos música.

Quizás sea como con la Coca-Cola cuando tenemos 12 años y simplemente la probamos porque vemos a mucha gente pedírsela; porque el modelo de esos auriculares es monísimo y necesitamos algo que escuchar una vez los compramos; o solo porque sí, porque nos hace sentir bien y porque es casi un acto reflejo eso de encender el ordenador e ir directamente a Spotify. La verdad es que no hay un motivo estándar por el que escuchamos música: cada persona es un micro universo de razones que tratamos de comprender con cada canción que pasa de nuestra playlist.

Y, sin embargo, siempre hay algo que destaca un poquito más sobre el resto de razones. Puede ser porque la letra parece hablar directamente sobre nuestra vida sin dar nombres, o porque la melodía es la que marca la velocidad de los pasos que llevamos camino al metro. Sea lo que sea, al final se trata únicamente de conectar.

Pues bien, ha llegado un nuevo género que sabe hacer ambas cosas, que simplemente ha venido y ha conectado con la audiencia. Es la Nueva Ola del pop español.

Está formado por artistas españoles que se encuentran en sus veinte y que (como todos nosotros) no saben muy bien cómo se gestiona esta nuestra vida. Son personas como tú y como yo, que escriben sobre lo que sienten de manera honesta, hablando como si su mejor amigo estuviera al otro lado de los auriculares. Y para ello, se sirven de dos cosas fundamentales: el pop y mucho talento.

Si bien son canciones que se pueden relacionar más bien con el género del pop, no se limitan a seguir los cánones del género, sino que experimentan con los sonidos hasta llegar a otro nivel. Juegan con estímulos sonoros que escuchamos a diario y que forman parte de nuestra rutina hasta tal punto que nos olvidamos de ellos. Pero no la Nueva Ola. Estos artistas los cogen y hacen arte: el sonido que hace el teclado de WhatsApp, resoplidos, audios… todo vale. Y eso es talento.

Eso, y trabajo duro. Y es que todo el proceso creativo, de principio a fin, es llevado por ellos. Son los que interpretan, producen y componen sus propias canciones. Normalmente, grabando desde el ordenador de su habitación, aprendiendo a mezclar con paciencia y ensayo y error.

Lo mejor de todo es que, como pasa cuando te gusta lo que haces, no se limitan únicamente a crear temas propios, sino que colaboran entre ellos en diferentes canciones suyas. Son como esa clase idílica de 5ºA en la que todos se llevan muy bien entre ellos y por eso les da igual hacer trabajos en grupo con personas diferentes de la clase. De hecho, una de las canciones que podrían ser un himno de este género es Batmóvil – Remix, donde colaboran artistas tan conocidos como Hens, Pole. y Funzo & Baby Loud.

Por eso, aquí os traemos una lista con solo algunos de los artistas de esta Nueva Ola del pop español que están revolucionando la industria nacional:

Sebastián Cortés

El madrileño nacido en Colombia es, a sus veinte años, un referente del género. Su álbum “Canciones Que Hice En Mi Habitación” (2021) describe a la perfección todo el género: es él y la pasión por la música. Y a pesar de eso, de que sea un proceso en gran medida autodidacta, la calidad de sus canciones no tiene nada que envidiar a aquellos grabados en enormes estudios de producción.

De hecho, no le ha hecho falta nada para conseguir que temas como Dos X Tres (Demo), Me Da la Vida o T la Sudo (Demo) hayan alcanzado individualmente millones y millones de reproducciones en Spotify; además de colaboraciones tan exitosas como la que tiene con la artista Alba Reche en La Posada.

 

Daniel Sabater

Lo hemos escuchado en temas en los que solamente está él y en otros en los que comparte pista de audio, y en todos ellos da lo mismo: siempre va a ser un temazo. El murciano cuenta con su propio EP “tenemos que quedar”, incluyendo canciones como el sofá o no me da la gana; además de sencillos que todos estamos esperando que se conviertan en complejos solo para que saque nuevo álbum.

Entre todos esos temas, encontramos montones de colaboraciones con artistas muy sonados dentro de la Nueva Ola. Entre ellos, 2010, con Roy Borland; Talk con Walls y GOKO!; nosotros 2 con KICKBOMBO; Americanadas con Sebastián Cortés; o Ya con Flavio.

Destaca también el remix de su canción original Calor, en la que colaboraron Soge Culebra y Sebastián Cortés; además de la colaboración internacional junto a Oscar Anton y Clementine en nuits d’été.

Hens

Está en cada lista del panorama musical actual en España. Y es que su álbum “Hensito”  ha sido todo un éxito desde que salió este 2021. Cualquiera de sus diez canciones son un “es que es increíble, Hens me entiende a la perfección” que acumula millones de reproducciones individualmente.

Pese a todo, es inevitable no hablar de grandes éxitos como Dos Días al Mes junto a Delgao, %, o Me Encanta(s). Incluso ha colaborado junto al famoso grupo Despistaos en el remix de una de sus canciones, Quedar Pa Joder.

Walls

Es escucharlo y querer quedarte hasta el final de la canción. O del EP, como es el caso de “38º” (2019), en el que cada canción presenta un mínimo de un millón de reproducciones con temas como Si Me Muero o Mírame.

Y es que todas las personas que han colaborado con él saben todo este talento. Es el caso de Belén Aguilera con el éxito FUCK OFF; de Soge Culebra y Pol Granch con Cuando me mirabas; o junto a Xavibo y Marc Seguí en Haciendo na.

No puedo dejar pasar la oportunidad también de recomendar un temazo como Anestesiado, con un total de casi 4 millones de reproducciones en Spotify.

Nuestras playlists se han llenado de ellos, su música es la que cantas mientras te duchas y sus letras las que piensas en escribir en Twitter. Sus canciones son su medio de expresión y el medio de canalización de quienes los escuchamos. Y qué bien sienta (y se escucha).

 

Por: Marina Carrasco

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Cultura Música

Bedroom pop: ¿a qué suena la era millennial?

A estas alturas de la historia ya nos hemos dado cuenta todos de que los tiempos cambian, de que cada vez cambian más rápido, y de que con ellos van variando las modas y estilos predominantes en la sociedad. Y la música no es una excepción. El siglo XXI ha traído consigo el surgimiento de una oleada de nuevos géneros y subgéneros musicales fruto de la convergencia de otros anteriores, como el trap, los lo-fi beats, el beatboxing, el reggaetón, y un largo etcétera que ha marcado la personalidad de los nacidos en esta época.

Sin embargo, hay un estilo en concreto que destaca entre los demás por su novedad y popularidad, el bedroom pop o pop de dormitorio, que tanto está dando que hablar este último tiempo, y que conecta lo mejor del pasado con lo mejor del presente. Pero, ¿de dónde proviene este género? ¿Ha surgido ahora o ya existía antes? ¿Y de qué trata exactamente? 

QUÉ ES EL BEDROOM POP

Se podría decir que el pop de dormitorio es el culmen de la cultura millennial. Los pertenecientes a la generación de los memes, los emojis, Pokémon y Messenger, tienen ahora un género musical que se adscribe bastante bien a su imaginario colectivo. No existe consenso en cuanto a quién entra dentro de esta generación y quién no, es más bien un sentimiento. Sin embargo, lo que sí está interiorizado es que el bedroom pop es algo característico de los millennials y los Z. Un estilo a caballo entre una generación y otra, que mezcla particularidades de ambas y cuyo detonador ha sido Internet y los nuevos recursos tecnológicos. Este género ha cogido la frustración de los millennials y la ha llevado hasta el dormitorio de los Z, igualando la desazón de los veinteañeros a las preocupaciones típicas que rodean a los adolescentes.

A los millennials se les considera narcisistas, individualistas, ambiciosos, descarados, inconformistas, adictos al móvil y a las redes, entre otras muchas cosas. Se habla de ellos como una generación de jóvenes deprimidos y nostálgicos, pero altamente funcionales, y es este espíritu melancólico y abatido lo que da lugar a la creación de este nuevo género. 

 

Es un género que nace, como bien deja entrever su nombre, en la intimidad de un dormitorio. Canciones emotivas que se componen, mezclan y publican en apenas unas horas, con la simple ayuda de un un software de creación de música, un teléfono móvil o un ordenador, y las redes sociales. Se originó como una música independiente e inmediata, que viaja de la soledad de un cuarto a la de otro.

Básicamente, son adolescentes y jóvenes expresando su desasosiego, sus aspiraciones y sus problemas amorosos. Son producciones minimalistas e introspectivas, con letras inocentes y sonidos simples que consiguen crear una atmósfera onírica tan fuerte que cala en el pensamiento de quienes lo escuchan. Es un estilo que consigue hacer al oyente sentir tristeza y alegría, esperanza y desazón, todo al mismo tiempo. El sentir de los millennial y los Z hecho música.

Como ya hemos mencionado, la fusión y la heterogeneidad son características comunes al siglo XXI, y el pop de dormitorio procede precisamente de la confluencia de varios géneros. La psicodelia, el dream pop, el shoegaze, el indie y el lofi son los principales integrantes de este tipo de música. Melodías lentas y atmosféricas llenas de reverbs y distorsiones. Algunos de los representantes internacionales más conocidos de este sonido son Boy Pablo, Rex Orange County, Clairo, Mac Demarco o Twin Peaks, ¿qué es lo que tienen en común sus creaciones?

ARTISTAS DE BEDROOM POP

 

Clairo

Cuando se piensa en bedroom pop, es difícil que no te venga a la mente la imagen de Clairo. Su nombre real es Claire Cottrill, y se trata de una cantante estadounidense que saltó a la fama mundial tras la publicación de la canción Pretty girl en el año 2017. El trabajo, que se hizo viral en cuestión de horas, resume perfectamente el espíritu de este género: Su estética se limita a la joven sentada en el escritorio de su habitación cantándole a la cámara. 

Rex Orange County

Alex O’Connor es un veinteañero británico que ha tomado el pop de dormitorio y le ha aportado su granito de arena y su toque personal. Normalmente, en su discografía se pueden apreciar las bases y ritmos pausados y relajantes de este género, mezclados con elementos característicos del jazz o el soul, como en las canciones Sunflower o A Song About Being Sad.

Sus temas, como toda canción de dormitorio que se precie, no llegan a ser ni alegres ni tristes del todo, y en ellas habla de amor, desamor, vida, muerte, y todas las cuestiones existenciales que se pueda plantear un ser humano.

Cupido

Moviéndonos al ámbito nacional, tenemos el icónico grupo conformado por Pimp Flaco y Solo Astra: Cupido. Esta agrupación rompió todos los esquemas de sus seguidores en 2019, cuando publicó el álbum Préstame un sentimiento. En el disco dejaron totalmente de lado el trap que los había caracterizado hasta el momento, para iniciarse en un estilo popero muy nuevo que apenas se había asentado en España.

Desde ese momento, todos los singles que han lanzado, No Sabes Mentir, Milhouse o U Know, cuentan con esta estética ochentera concreta, presente en todos los artistas que se enmarcan en el estilo. 

Sen Senra

Algo parecido ha ocurrido con el gallego Christian Senra, un veinteañero que ha dejado con la boca abierta a todo el que ha escuchado su álbum Sensaciones, y que se ha proclamado una de las grandes promesas de la música pop del país. 

El disco acumula ya dos millones de visitas en Youtube, y los temas Ya No Te Hago Falta, No Me Sueltes Más o Como El fuego, son claras expresiones de esta frescura, sencillez y versatilidad que rodea a todos los artistas de dormitorio.

No sabemos cuánto tiempo se quedará el bedroom pop con nosotros, ni si calará en la música del futuro tanto como lo hicieron otros estilos de décadas pasadas, pero lo que sí está claro es que las generaciones futuras se referirán a él como el género que condensó todas las aspiraciones, sentimientos, decepciones, ilusiones y ansiedades de los pertenecientes a la era millennial.