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Vive un sueño en Toledo con Puy Du Fou España

Se te acaba de ir el metro en la cara, quedan 5 minutos para el siguiente. Después de meterte varias veces en Instagram y TikTok decides echar un vistazo alrededor, la gente, los bancos, las marquesinas: “Puy Du Fou España”. 

Así de primeras mucho sentido no tiene. Parece una consecución de letras elegidas al azar que forman un nombre propio francés graciosillo. El caso es que también pone España. “A menos de 1 hora de Madrid”, se lee en otros anuncios. Como ya adelanta el título, el parque se encuentra en la provincia de Toledo. A diez minutos en coche de la estación de autobuses de la capital Castellano-Manchega.

Lo del nombre francés graciosillo tiene todo el sentido del mundo, pues la franquicia que da nombre a este parque comenzó en el oeste de Francia. Concretamente, a los pies de las ruinas del castillo renacentista de Puy Du Fou, situado en el pueblo de Les Epesses, en la región de Países del Loira

¿Por qué Toledo?

Volviendo al parque toledano, no existe mejor lugar que la ciudad imperial. Antaño era un lugar donde convivieron las tres religiones más importantes sobre la faz de la tierra: Cristianismo, Islam y Judaísmo, y es sin duda una de las ciudades más históricas de nuestro país. Capital del Imperio Español, Toledo es una de las ciudades más infravaloradas de la península, pero gracias a este parque temático la gente está empezando a descubrir su encanto. 

Pero Puy Du Fou no es solo una excusa para visitar Toledo, no. Se trata de un parque temático único en nuestro país, donde se unen el ocio, el espectáculo y la historia para formar un cóctel único. 

¿Qué puedes encontrar en Puy Du Fou?

Nos da la bienvenida la Puerta del Sol, no la madrileña sino la toledana. Y es que, como podréis imaginar, el parque está inspirado en gran parte por la arquitectura toledana y castellana. A esta puerta le acompaña el Arrabal, lugar donde podemos disfrutar de tabernas y puestos que nos ofrecen víveres, quizá no muy comunes en la época medieval pero no por ello menos apetecibles. 

Después de pasar por tan imponente puerta, nos encontramos con la Puebla Real que como su propio nombre indica es el poblado a los pies del castillo. En este castillo encontramos el primero de los espectáculos que ofrece el parque: “El Último Cantar”. Basado en las aventuras de Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid Campeador), la puesta en escena es algo insólito y digno de ser visto. Mis palabras no harían justicia a lo que se vive ahí dentro.

Más poblados históricos como el Askar Andalusí o Villanueva del Corral dan vida a estás 30 hectáreas de pura fantasía. Pero bueno, seguro que si habéis oído hablar del Puy Du Fou es por sus espectáculos. Espectáculos inmersivos como “Allende y la mar océana, en el que eres partícipe en primera persona del viaje que descubrió el Nuevo Mundo o “Cetrería de Reyes”, un Duelo sin armas entre el Califa Cordobés y el Conde Ferrán González, donde sus distintos estilo de cetrería compiten de manera directa. Pero, sin Duda, la joya de la corona es “El sueño de Toledo.

El Sueño de Toledo | Puy Du Fou

El espectáculo con el que Puy Du Fou se presentó en nuestro país es, sin ninguna duda, el más llamativo y majestuoso que nos ofrece el parque. Un aguador nos cuenta la historia de Toledo de una manera que nunca serás capaz de imaginar. Vuelvo a insistir en mi incapacidad para expresar a través de las palabras la experiencia que se vive en este parque. La historia de Toledo, y de España, cobra vida delante de tus propios ojos: desde Recaredo hasta Napoleón, pasando por los Reyes Católicos y Cristóbal Colón los personajes e historias más conocidos de nuestra historia y folklore se plantan frente a ti para que les acompañes en sus innumerables aventuras.

Resumiendo, la experiencia que te ofrece Puy Du Fou es única en España. Lo que ocurre en Toledo es algo que os recomendamos vivir en vuestras propias carnes. No os quepa ningún tipo de duda de que, como espectadores, quedaréis cautivados por la magia que desprende el parque y todo lo que lo rodea. Se trata de un lugar extraordinario.

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El Mago Pop: el arte de desafiar a lo imposible (y salir ganando)

Aquí va una confesión que Harry Potter, Houdini y cualquiera que haya dicho alguna vez «abracadabra» desaprobaría negando con la cabeza y alejándose un poquito de mí: no me gusta la magia. Más bien, no me gustan los trucos de magia.

Que adivinen la carta en la que estaba pensando, que me roben la nariz o que se pasen un pañuelo de una oreja a otra me fascina, de verdad. Pero como no sé cómo lo hacen, me frustro y termino enfurruñada hasta que se me olvide el disgusto o busque (sin éxito) la razón por la que eso parece posible.

Por eso, cuando fuimos a ver «El Mago Pop: Nada es Imposible (Broadway edition)» en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, mi ilusión nacía principalmente de la adrenalina que una siempre siente cuando pisa el teatro. Entré emocionada por enseñar la entrada a la acomodadora antes de indicarnos nuestros sitios de entre todos los que ya estaban llenos. Con la adrenalina de adentrarme entre las butacas llenas de miradas brillantes de expectación que iban dirigidas hacia el escenario. Entré como una simple espectadora de un show.

Y salí mágica.

Antonio Díaz es el nombre detrás del título «Ilusionista europeo más taquillero del mundo» y «Estrella de la Magia» en Netflix, formando parte de las pantallas de más de 190 países en todo el Globo. Es la persona que ha dejado a Antonio Banderas, Penélope Cruz y Stephen Hawking, entre muchos otros millones de espectadores, maravillosamente confusos y fascinados a partes iguales.

Ha estado en nuestras televisiones, tablets y sobre diferentes escenarios. Incluso aunque no hubiésemos visto nada de él, sabríamos decir de quién se trata. Porque lo único imposible de todo el espectáculo es no disfrutar cada vez que habla.

Y sobre todo, cada vez que hace magia. Porque lo que hace Antonio Díaz no son trucos, una manera de pasar el rato o el momento en el que chuleas de algo que sabes delante de tus amigos. Lo que hace es magia, y es arte.

Y eso es precisamente lo que el ilusionista catalán nos trae en «El Mago Pop: Nada es Imposible (Broadway edition)», arte. Un espectáculo con fechas tanto en Madrid (Teatro Nuevo Apolo), como en Barcelona (Teatre Victòria) donde todas las leyes de los libros de física, química, biología, matemáticas y la lógica se desafían y nos dejan completamente seguros de que todo lo que hemos estudiado en nuestra vida es relativo.

Juega con la realidad y con el público de una manera tan espectacular, tan elegante y tan bien hecha, que le dejas. Le dejas guiarte hacia un baile con el tiempo, el espacio, la gravedad, el azar que con él se vuelve menos caprichoso, y lo «imposible«. Y para cuando lo consigue, para cuando tú todavía estás intentando pensar en las maneras en las que lo que acaba de hacer tiene algún sentido, él ya ha empezado con la próxima razón de tu siguiente: «Pero, ¿qué?»

Porque simplemente te cautiva. Desde el principio, hasta mucho más allá del final. Y es que querrás hablar de cada instante del espectáculo con cada grupo de amigos, familia y hasta con la almohada. Este efecto sobre el espectador, sin embargo, no se debe únicamente al indiscutible talento del ilusionista y al equipo técnico, sino también a otros pilares clave: sus ayudantes y la música.

Tan importante es saber ser el protagonista, como el secundario sobre el que todo se sustenta, y los ayudantes de Antonio Díaz son clara prueba de ello. Este es un espectáculo rápido, divertido y ameno. Y como tal, se necesita un constante movimiento que ayude de manera invisible a la figura principal del espectáculo. Y así lo hacen.

¿Respecto a la música? Simplemente decir que en el metro camino a casa después del espectáculo busqué la playlist para poder escucharla de nuevo. Es que qué maravilla. Qué maravilla de canciones, y qué manera de situar cada una de ellas perfectamente en el lugar adecuado.

Ya me habían dicho que El Mago Pop era increíble, que cada truco era único y que se trataba de EL espectáculo de magia por excelencia. Todo el mundo estaba maravillado y parecía que el truco final era hechizar a todo aquel que saliera del teatro. Pero es cierto, porque no hay otra forma de salir.

«El Mago Pop: Nada es Imposible (Broadway edition)» es un show tan bien pensado y ejecutado, que es imposible encontrar las palabras. Es una hora y media que se sienten como cinco minutos, una delicia en directo, y un trabajo audiovisual tan bonito que simplemente te emociona. Porque no es que sea bueno con la magia, desaparezca y haga desaparecer bien las cosas (que también), sino que te hace sentir un poquito más vivo con cada palabra y cada nueva realidad que se inventa.

Podría escribir una tesis y un doctorado sobre el espectáculo. Pero cualquier cosa que te digan o que pueda decir yo, se queda corta. Porque la magia de verdad no se hace ni se dice, se siente. Y eso es exactamente lo que ocurre con Antonio Díaz: que siente la magia, y nosotros con él.

Porque sí, ahora sí me gusta la magia. Pero solamente si es El Mago Pop quien está sobre el escenario.