Invencible: una radiografía humana sobre la lucha de clases
Hay muchos motivos para mudarse de barrio, aunque no siempre son los que nosotros mismos creemos. Ni mucho menos los que contaríamos a nuestros vecinos nada más conocerles. ¿Cuánto escondemos tras nuestra propia fachada? Llega a Madrid Invencible, una tragicomedia que evidencia una lucha de clases velada en nuestra sociedad, dolorosa en su concepción y realismo.
Con una introducción sobresaliente, Invencible nos presenta la historia de una pareja culta y adinerada (Maribel Verdú y Jorge Bosch) que se ve obligada a mudarse a un municipio más asequible debido a la crisis económica. Allí conocerán a Laura y Pablo (Pilar Castro y Jorge Calvo), sus vecinos, con quienes tratarán de establecer una relación estrecha en un intento de rodearse de gente “real” y más humilde.
Invencible es una obra totalmente conversacional, donde cualquier acción, intención y alusión se filtra a través del diálogo. Los matices son casi infinitos, en una destilación constante de alusiones al snobismo, a la condescendencia y al idealismo teórico, pero también a la honradez, la alegría sencilla y la ausencia de pretensiones. Porque la lucha de clases no siempre es lucha pero sí son diferencias ineludibles, y a pesar de los puntos que podamos tener en común, la capacidad de afrontar los problemas nunca ha sido la misma. Al ir viendo la obra, uno no puede evitar sacar una cuestión en claro: ante cualquier eventualidad, ¿tenemos las mismas posibilidades?
Dinámica, Invencible presenta referencias y contextos en los que muchas veces no ahonda, abandonando al espectador a sus propios juicios y pensamientos. Política, injusticias sociales, duelos, envidias, reproches, resiliencia... son algunos de los nada frívolos temas que van surgiendo, más para hacer una radiografía auténticamente humana de los personajes y las clases que para plantear una postura filosófica al respecto.
Esto, siempre aderezado con divertidos y ocurrentes giros que harán reír al espectador.
Una obra de personalidades, de texto por capas, donde cada realidad va dejando paso a la siguiente en un delicado equilibrio de emociones. Profunda y visceral, es una oportunidad perfecta para desgranar la altísima calidad interpretativa del reparto, con emociones intensas, vulnerables y cambiantes ante cualquier estímulo.
Aún así, nunca pierde el toque ácido, irónico y divertido. La vertiente más cómica de la obra viene capitaneada por Jorge Calvo y resta la sobrecarga emocional al texto.
Los actores aprueban con creces las exigencias del texto, dotando al argumento de Torben Betts de una versatilidad y credibilidad sobresalientes. En un marco anímico tan cambiante, no cualquiera podría hacerse cargo de las texturas de cada una de las secuencias y salir absolutamente airoso.
Te gustará si:
- Te gusta el teatro de enredos, giros inesperados y humor.
- Te gusta el teatro de texto, ya que es un guión muy trabajado, inteligente y fluido.
- Te interesa la temática social.